Cuanto más tiempo pasa una persona sufriendo el maltrato, más difícil es salir de ella, ya que esa convivencia crea dependencia, y la persona maltratada se aísla de su entorno, y en su vida solo existe el maltratador.
Cuando una persona está en esta situación, es fácil decir que se marche de casa o que deje al maltratador, pero va mucho más allá. Aparte del vínculo traumático que tiene la víctima con el maltratador, existen otros motivos:
- Por sus miedos y carencias: la persona no se imagina una vida sin pareja, porque cree que nadie va a encontrar a nadie. Esto crea una bajada enorme de su autoestima, hasta que se considera una persona sin valor, por eso cree que es mejor seguir con la relación de maltrato.
- Una persona que no se siente querida, piensa que nadie la querrá, entonces cuando empieza la relación con el futuro maltratador, siente que la quieren y su autoestima sube. Por eso cuando empieza el maltrato, intenta luchar con todas sus fuerzas para encontrar el modo de arreglar las cosas y hacer que todo vuelva a ser como al principio, ya que cree que ella es la culpable de que la relación no funcione.
- La víctima no es consciente de lo que realmente está pasando. Busca excusas, piensa que está exagerando, se culpa a sí misma... De esta manera, la víctima no se da cuenta de que está sufriendo maltrato ya que no percibe la realidad con claridad.
- Falta de apoyo. Si la víctima cuando empieza a sufrir maltrato se siente sola , y no puede compartir sus pensamientos con nadie, provocará que no sea capaz de romper la relación, y cada vez se meta más en ella.
- La necesidad de ayudar al maltratador. Piensa que el maltratador no está pasando un buen momento de su vida, y que tiene problemas, y que le ha de ayudar. Cree que lo paga con ella de esa manera, y la víctima cree que esa es la forma de ayudar. Pero esa forma de pensar es una trampa porque por mucho que intenta ayudar a su pareja no lo consigue, y este fracaso le lleva a sentir frustración.
- Restar importancia a lo que pasa. La víctima decide que exagera, y que realmente no tiene tanta importancia, y empieza a fingir como si no pasara nada.
- Reforzamiento intermitente. Son relaciones en las que el maltratador alterna su carácter, un día trata con cariño a su pareja y al día siguiente la maltrata, de esa forma consigue crear una enorme confusión en la víctima. Cuando el maltratador está cariñoso, la víctima recupera la esperanza de poder seguir con la relación, en cambio, cuando el maltratador vuelve al abuso, la decepción y el dolor invaden a la víctima, y sólo desea que vuelva el cariño.
Tengo una pregunta sobre ese motivo que dice que se aguanta el maltrato porque la victima no es consciente, ya que justifica dicho maltrato y exclpa al maltratador. Sinceramente, es cierto que muchas mujeres aceptan el maltrato por el hecho de estar enamoradas, y este hecho, el de ser maltratadas y encontrarlo una "normalidad", creo que más que enamoramiento ya llega a ser n factor que ocupa un ámbito equiparable a un transtorno psicologico. No podria ser así Marina,puede qe sea ya más un problema psicologico?
ResponderEliminarPodríamos tratarlo como una alteración de la realidad, aunque sin ser especialista sobre el tema, mezclada con una época donde la víctima sufre una baja autoestima, y sufre carencias amorosas, por así decirlo, le provocan una gran culpabilidad, que ocasiona esta visión distorsionada de la relación, por ello, si que se ve interferido un problema psicológico, pero creo que es mucho más que eso, podría decir que este problema surge cuando el maltrato ya ha empezado, no creo que sea el causante del maltrato.
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